Pensar desde el colectivo no siempre significa tener la razón científica, a decir de Villoro (1982) nos dice que partiendo de los principios filosóficos es muy fácil el perder de vista las diferencias que existen entre creer, saber y conocer, mismo que a nuestro entender coincide con la obra de Blor (1998), el conocimiento e imaginario social, sin embargo, para dar un sustento más amplio a estas palabras hemos de requerir de un ejemplo, para ello y por nuestra tendencia hacia lo educativo platearemos la estructura educativa .
Iniciemos con los ideales de la patria sobre la educación que quedaron sustentados en la carta magna del 57 que a la letra decía “Artículo 3.- La enseñanza es libre. La ley determinará qué profesiones necesitan título para su ejercicio, y con qué requisitos se deben expedir.” Partamos de esta para realizare el análisis.
La sociedad de ese entonces creía sólo en la necesidad de manifestarse entorno a que la enseñanza fuese libre, quizás el pensamiento y la creencia social era tan limitada por la falta de certeza científica en torno al tema educativo, sin embargo, y más allá de esta mirada tan limitada se esconden las necesidades políticas del tiempo.
Aunque es posible que en ese momento histórico se pueda partir de la idea de la sociología del conocimiento que a decir de Blor (1998) nos dice sobre las creencias del vulgo, que algunas de esas creencias no requieren explicación, o no necesitan de una explicación causal, sin embargo al pasar del tiempo y a través de la experiencia vivida se hace necesario cuestionar éstas objeciones.
Reflexionemos un poco sobre el porqué del cambio en la actualidad, y para apoyar esta idea será necesario retomar las palabras de Blor (1998) que nos hace énfasis en la necesidad de seguir haciendo investigación. Entonces que sucedía con la educación en ese tiempo, ¿Por qué era tan importante el retomar el sentido de que la educación habría de ser libre, y por qué la necesidad de determinar por el estado cuáles habrían de ser las profesiones que requerirían de sustento por parte del gobierno? En que ideas sociales daban sustento, acaso sería por el imaginario de que así funcionaría de mejor manera, o bien, por la justificación teórica fundada desde la ciencia.
Desde siempre la sociedad ha tenido la idea teleológica sobre el ser humano, sin embargo si dejamos en el aire de manera verosímil de los cambios en la sociedad, a decir de David Blor, nos dice que los cambios no sólo han de venir de la ciencia, sino que la ciencia es impulsada por la sociedad, entonces en la medida de que la sociedad requiera de cambios la ciencia requiere de estructurar las teorías a fin de crea nuevos paradigmas que den respuesta a las problemáticas que no se han solucionado con la anterior.
Retomando las necesidades del momento histórico de la época de 1857, la sociedad requería de modificar estos patrones, ya que cada vez más se aunaban a la vida social actividades que requerían de una licencia por parte de quienes los gobernaban, es imposible pesar que la necesidad de la sociedad no haya hecho reflexionar sobre las necesidades de ésta en torno de la estructuración educativa.
Entonces si la enseñanza era libre, ¿qué fue lo que hizo cambiar la idea de sociedad? A la modificación de la ley para el año de 1917, el cual a la letra dice ARTICULO 3 - La educación que imparte el Estado - Federación, Estados, Municipios -, tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez el amor a la patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia:
El primer principio lo rescatamos de incorporar sustentos científicos y a decir de Lakatos citado por Blor (1998) éste menciona que la tarea de la ciencia consiste en mostrar que la ciencia incorpora ciertos principios de la sociedad, llamándolo reconstrucción racional o historia interna.
Entonces, si partimos del principio de necesidad de la sociedad del 1917, ésta requería no solamente de que la ley observara la necesidad de dar títulos a quien ejercía ciertas tareas, la consecuencia fue entonces, plateada a través de una necesidad compleja que el vulgo no sabía transmitir, pero que sin embargo, éstos estarían de acuerdo con la educación pública y gratuita.
En la creencia de la sociedad está la de pensar en la educación como algo que ha de ser gratuito, sin embargo, ¿es real la aseveración? O simplemente se platea desde el mito, desde una construcción del imaginario social,
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