lunes, 23 de mayo de 2011

Visión de la realidad

La revisión de la visión de la realidad es hecha desde la formación como docente del nivel primaria y de secundarias, aunado a los quince años en el servicio educativo repartidos en tres funciones, frente a grupo, directivo y asesor técnico pedagógico, han permitido realizar una lectura de la realidad. En conceptualización del maestrante han influido también autores de la corriente crítica, entre ellos encontramos a Paulo Freyre, Hugo Zemelman, Henry Giroux, Karl Marx, Che Guevara, Peter Mc Laren así como González Casanova; el sustentante también ha sido influido por eventos de formación, entre ellos, “Encuentro pedagógico internacional de la Habana, Cuba en el año 2003”, “Horizontes de la formación docente, en la ciudad de Morelia, Michoacán, México 2002,2003,2004 y 2005”, así como la asistencia al “tercer encuentro del pensamiento Crítico “volver a Marx” del 2011”.
La formación política es otro de los aspectos que han influido, al pertenecer al magisterio michoacano, nos identificamos con la corriente democrática, en la que se sustenta la vida de los docentes y del pueblo desde la democracia que dicta nuestras acciones y que año tras año se nos brinda una formación el pensamiento crítico y transformante de la realidad.

La realidad la observamos en constante movimiento, mismo que se sustenta en la naturaleza y la sociedad así como en el pensamiento humano, que está también en movimiento; Vemos en ella la transformación, como fuerza natural y consecuencia pura del movimiento, así como el planeta evoluciona desde, la no vida a la vida pensante y gestante del ser humano, Él también ha realizado cambios, transformaciones en su vivir lo cual se manifiesta en la sociedad y que podemos revisar desde la historia
En movimiento, evolución, desarrollo, constante cambio, transformación, histórica, etc. (párrafo de 3 ó 4 renglones)

La realidad la observamos en constante movimiento, sin embargo, desde el ámbito internacional, la situación social la vemos integrada a ideas de homogenización que permitan a las hegemonías el continuar con su poder, todas y cada una de las políticas internacionales que se desarrollan van encaminadas a la finalidad mencionada.

La educación no queda fuera de estas tendencias y prueba de ello son los acuerdos realizados en la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Al analizar las propuestas de las organizaciones mundiales en el tema educativo, observamos que éstas tendencias parten de la Declaración Mundial sobre la Educación para todos, del año 1990 en Tailandia, que además se les ha dado continuidad a través de los años con diferentes eventos en los que se dicta los quehaceres educativos a los países integrantes de dicha organización, para que éstos guíen sus políticas hacia la homogenización de la cultura y con ello a la formación de sujetos con ciertos rasgos que obedezcan a los intereses de los grupos en el poder.
Así es como en México se han realizado al pie de la letra acciones, que no obedecen a las necesidades e interés de sus habitantes, ejemplo de ello, son las siguientes:
Para el año de 1992, en México se realiza el acuerdo nacional para la modernidad de la educación básica, mismo que refleja lo dictado en Tailandia en 1990. Ante la necesidad de que las reformas tengan sustento político, se promulgó una reforma al artículo 3° de la constitución en un acto de poder en el que lejos quedaron los gobernados.
Así a lo lago de la década de los 90´s entran en vigor distintas acciones, para julio de 1993, se promulgó la “Ley general de Educación” en ese mismo año se da la reforma a la educación primaria y secundaria.
Para el año de 1996 se celebra la comisión internacional sobre la Educación para el siglo XXI, para Febrero de 2000, tiene lugar la Conferencia de las Américas sobre la educación para todos, en Santo Domingo, en ese mismo año y en el mes de abril tiene lugar el foro mundial sobre Educación celebrado en Dakar, y claro la cumbre del milenio, en todas ellas participa nuestro país y va adoptando líneas estratégicas para el cumplimiento de lo que de esas reuniones emana.
Para el 2001, nuestro país atiende a lo planteado por las organizaciones internacionales y se establece la obligatoriedad de la educación preescolar, nuevamente, se realiza para el pueblo pero sin el conceso de éste.
Ante la necesidad de formar sujetos que se adapten al sistema económico dominante, en el 2004 se da la reforma a la educación preescolar, seguida en 2006 por la transformación a la educación secundaria, que en un principio se decía integral y que quedo sólo en reforma a la educación secundaria; para el 2009 se concluye con el proceso de reforma a la educación básica con la reforma a la educación primaria y con ello se concretan las reformas a la educación básica.
Como podemos colegir, en nuestro país no existe un proyecto educativo, ya que las reformas que se han realizado son en base a los acuerdos internacionales, por todo lo que hemos mencionado vemos que la educación que se imparte se encuentra sujeta a principios e interés fuera de nuestro contexto.
Hemos hablado de las reformas y de los acuerdo, pero qué encontramos detrás de éstos. Desde nuestra visión, creemos que la formación de los sujetos que se pretenden desde las múltiples reformas obedecen a la alineación de sujetos amorfos en sus rasgos de pensamiento, advertimos una idea de hombre global en la que poco o nada interesa su contexto, pero sí, que éste sea un sujeto con competencias para la maquila, en sí que sea un obrero al que se le pague poco y se le tenga en constante deudas económicas.
En lo que respecta a nuestro estado, Michoacán ha tenido una negación a entrar a los cambios plateados por las reformas federales, sobre todo en lo que respecta a las realizadas en desde el año 2004 y hasta la fecha.
En nuestro estado, vemos que se platean proyectos educativos que en ninguno de los casos están completos o bien ninguno de ellos se ha llevado a la práctica. Lo cual nos motiva a continuar realizando esfuerzos para que la educación sea el puente que nos lleva a la formación de sujetos con rasgos críticos y con ello sujetos que transformen su realidad, que asuman que ésta no es estática ni dada ni pensada, es decir, darles la posibilidad de pensar a través de ellos mismos y no de ser pensados por la hegemonía.

En las acciones que hemos mencionado que se realizan desde la visión de la hegemonía, queda claro que parece que hay movimiento, pero eso no es así, el único movimiento que se observa, es el de realizar acciones que van encaminadas al logro de sus objetivos, por ello, decimos que la postura que hemos analizado es estática y que con ella, se pretende solo reproducir, no transformar.
Desde nuestro contexto observamos que la educación no logra con todos su programas y esfuerzos, el formar sujetos que sean pensantes y actuantes, es decir, no advertimos que en estos momentos la educación esté formado a sujetos que sean capaces de pensar de manera crítica y que además de entender su mundo desde la criticidad lo puedan transformar, y sí vemos que el sistema está formado sujetos que esperan a ser guiados.
Por un lado la educación se encuentra atrapada entre múltiples intereses, los cuales dejan ver que hay diferentes ideas del qué y el para qué del educar. Ante ello, se observa una gran carga de programas que actúan todos y cada uno de ellos de manera aislada, ejemplo de ellos, podríamos mencionar, los programas para abatir el rezago educativo, escuelas de calidad, programas de lectura, escuelas seguras, escuelas de horario extendido, programas de bibliotecas, programas de red escolar, enciclomedia, carrera magisterial Enlace, PISA. Entre otros, así también como la redición de cuentas con los consejos de participación social. No dudamos que en el papel todos y cada uno de los programas busquen un objetivo común, el de desarrollar la formación de un sujeto con competencias básica, sin embargo, lo que se ve es que no es así.
También encontramos programas 100% tendientes a la formación de sujetos aptos para el manejo de la tecnología, identificando a ésta como el camino para llegar a la comunidad de la información y con ello al “conocimiento”; algunos otros pretende la formación de sujetos lectores, sin embargo, el acto de leer sólo se ve como el acto de decodificación de la escritura y poco énfasis se hace en el acto de leer para reconstruir la realidad, así cada uno de ellos pretende hacer reflejar su intencionalidad parcial de la formación del mexicano.
Por lo que hemos mencionado, es que encontramos alumnos incapaces de tomar decisiones que les permita descubrir y redescubrir su mundo y con él su realidad. Vemos que a pesar de que el objetivo es la mejora de las formas de vida, lo que la escuela construye, es la formación de sujetos que sean incapaces de buscar mejores opciones de vida que la de ser simples jornaleros o asalariados.
En la actualidad en México, y de manera específica en el nivel de primarias, se ve una educación con un plan educativo, con una muy amplia gama de objetivos por asignaturas y programas, todos ellas con un supuestas metas comunes, sin embargo, en el presente los esfuerzos son hacia la lógica secuencial entre los niveles que permitan la formación de los sujetos que en los programas y planes de estudio se encuentra lo que refuerza la idea homogeneizadora.
Cada una de las áreas de conocimiento pretende que el sujeto realice una lectura del mundo desde su visión ontológica específica. Los objetivos no se alcanzan, por lo que se observan alumnos con pocos o nulos rasgos de pensamiento que se aúnan a los conocimientos parcializados de su entorno; dentro del plan educativo nacional, el contenido es lo más importante para la educación actual, se busca que el sujeto repita lo que se le enseña, sin saber si éste ha logrado leer, entender y transformar su realidad.
Observamos que la educación que se da en los centros escolares se encuentra cada vez más alejada del vínculo entre el contenido y el contexto, es decir, se visualiza que lo que se enseñan en los libros se tienen que abstraer de los mismos, esto impide que los educandos piensen en el mundo como un mundo en constante movimiento y cambio.
Algo sucede con lo que se enseña en las escuelas ya que la realidad, nos dice que cada día más egresados ni trabajan, ni estudian, por lo que los estudiantes no ven en la educación la puerta a mejores formas de vida. Por ello, es común observar que mientras que los que estudiaron no encuentran trabajo, los que no lo hacen, no piensan en la educación como un medio por el cual puedan mejorar su vida.
La sociedad espera que la educación sea el puente por el cual los hombres y las mujeres mejoren sus condiciones de vida, sean éstas, sociales, políticas o económicas; nada más alejado de lo anterior es la realidad. Debido a que la educación poco está ayudando al logro de los deseos de la sociedad, es de actualidad ver una involución, observamos una sociedad decadente, con una notable desigualdad, una gran brecha entre los que tienen y los que no, en la que la educación ha sido una catástrofe, ya que en lugar de reducirla la ha ampliado, a través de sus estructuras que fortalecen el individualismo y la competencia empresarial.
Vemos que en las generaciones futuras la apuesta para acceder a una mejor calidad de vida, ya no es tanto la educación. Observamos que ésta perdió el rumbo, ya no ayuda a la formación de sujetos críticos de su entorno, sujetos que hagan suyo el mundo pero que además tengan esa capacidad para transformarlo.
Desde otra perspectiva, advertimos que en estos tiempos nuestro país se enfrenta a un cambio en el paradigma pedagógico, pasando de la enseñanza centrada en el maestro a una centrada en el alumno. Dejando de darle importancia a la cognición y pretendiendo mejorar la ejecución, es decir, se pasa de una educación que enseñaba a aprender a aprender favoreciendo los aspectos cognitivos del alumnado, a una en la que la importancia radica en saber repetir lo que se les enseña en la escuela, haciendo uso imprescindible de las nuevas tecnologías.
Aún y con este cambio de paradigma la falta de resultados de parte de la educación es notable por lo que la sociedad desde sus diferentes espacios ponen a discusión constante el tema educativo, así que, es común en nuestros días, observar que se le crítica constantemente y de manera destructiva por algunos y propositiva por otros; se hace un firme ataque al educador. No podemos dejar de ver esta crítica desde los medios masivos de comunicación, mismos que atienden a intereses muy específicos, que tal parece buscan hacer de la educación un buen negocio.
En esta crítica está en el centro, el actuar del docente, el cual lo percibimos con carencias formativas, la más notable es precisamente la falta de criticidad, y la vemos porque éste no cuestiona lo que enseña, se le dice que haga un trabajo técnico sin pensar en lo que sus acciones traerán como consecuencia, por lo que no actúa bajo una estructura de pensamiento transformador; de la misma manera, ésta problemática la transmite a los alumnos; notamos que el maestro ha sido formado desde una concepción conductista e insertado en un paradigma constructivo, por lo que observamos una contradicción paradigmática, y por lo tanto el docente no logra desarrollar un trabajo educativo acorde a los principios del constructivismo y transformadores, tampoco se acerca a lo propuesto por la ley general de educación que en su artículo 7° en el apartado II, dice que la educación ha de favorecer el desarrollo del pensamiento crítico.
Ante este panorama encontramos maestros que con su escasa formación, así como su poca actualización, les impiden pensar de manera crítica sobre lo que hacen y lo que se les pide que realicen. Por lo que éstos se enfrentan a un trabajo técnico que forma ciudadanos sin rasgos de pensamiento crítico.
Los docentes en la actualidad, buscan que las autoridades les indique qué, cómo y cuándo hacer, por lo que su formación es de ser conductores, en un sistema que pretende construir, vemos una tesis que se práctica a través de una antítesis. Esta situación, hace que se formen sujetos amorfos, que poco utilizan su intelecto para la resolución de problemas, así también se deja ver la poca capacidad creativa, misma que es destruida por la concepción de conducir.