jueves, 6 de diciembre de 2012

Los retos de la docencia ante el paradigma de la complejidad Por Mtro. Federico Martínez Gutiérrez.

Sin lugar a dudas los que somos docentes de vanguardia nos mueve mucho el tema de ingresar a un paradigma diferente al que estábamos acostumbrados, si bien, se habla mucho de la complejidad, pocos logramos identificar a ésta en nuestra práctica cotidiana, para muchos de nosotros quizás sea sólo un buen rollo. Con la complejidad hemos de atender asuntos como son la multidiversidad y la transdicipliniridad como eje rector de los principios que guíen nuestro trabajo en los espacios áulicos. Aún y cuando no se es experto en el tema abordaremos esté desde nuestro entendimiento como ATP, atendiendo al cuestionamiento natural ¿cómo podemos incluir la complejidad la en nuestros proceso didácticos? Pupo(S/F) nos dice que “Una propuesta didáctica crítica debe ir precedida de una reforma en el pensamiento, pues no hay pensar educativo fértil, ni proceso enseñanza - aprendizaje transdisciplinario eficaz, sin cambiar las mentalidades.” Partamos de este principio entonces para comprender la complejidad asociada a la didáctica. Lo primero que debemos tomar en cuenta es que como docentes el reto que nos lanzan los nuevos tiempos es el de generar una revolución del intelecto, ya lo decía Einstein “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.” por lo que si en nosotros no hay una idea clara de transformación de situaciones que veos no dan resultado no habrá tlatoani que venga a resolver las problemáticas que hoy nos afectan, entonces el problema no está en los modelos, está a nuestro juicio en la forma en que nosotros pensamos y actuamos; por lo que si seguimos pidiendo recetas ya dadas no lograremos más que el mismo pastel catastrófico que hemos tenido año tras año . ¿De dónde partir para la transformación? Estamos seguros de que un punto esencial en la revolución intelectual hacia el paradigma de la complejidad asociado a la didáctica, es sin lugar a dudas el pensamiento transdiciplinar. No hay posibilidad de cambio hacia la idea de una educación globalizadora si aún se sigue viendo al mundo, a la sociedad y a la educación de manera separada; la transdisciplinaridad, ésta se funda en un aval cultural, que propicia encontrar las interconexiones sin apriorismos y supuestos preconcebidos. Se da porque emerge del sentido cultural y complejo con que se asume la realidad estudiada. Debemos de tener muy claro que la educación es y seguirá siendo imprescindible para el patrimonio cultural de la humanidad y para la humanización, aún y cuando en estos días nos encontremos bordeando las fronteras de una humanización teologizada, televisiva y de consumo; estos bordes nos permiten entender que la tarea ahora más que nunca es la de preparar al hombre para una vida en sociedad compleja y diversa a la del siglo pasado. El hecho de estar frete a un ordenador con conexión a la red implica ahora más que nunca el conocimiento de una realidad vinculante al mundo, a la vida, a la escuela y al trabajo; no podemos caer en la cultura de la preparación para una vida virtual; contrario a esto debemos de propiciar las condiciones de desarrollo de una cultura de la razón, de los sentimientos y del ser, en las que se vea al todo y a las partes. Un reto sin lugar a dudas para los educadores es el de crear espacios comunicativos para la CONSTRICCIÓN de conocimientos, enfatizamos construcción, porque esto implica mover nuestras estructuras mentales y zona de confort de un tradicionalismo pedagógico a uno en el que el centro de proceso sea realmente el alumno y no el “sabio” docente, Pupo (S/F) asevera que en la educación “No se crean espacios comunicativos para construir conocimientos y revelar valores. El trasmisionismo gnoseológico y el inculquismo axiológico siguen imperando con fuerza indetenible.”. La totalidad sistémica debe ser comprendida por el docente para poder trabajar bajo enfoques críticos, si el maestro continua pensando en un mundo parcializado, poco o nada logaran abstraer sus discentes, ya que no alcanzaran a vislumbrar que este universo está en concatenación, en relación estrecha en la que una parte afecta al todo, Edgar Morín habla de generar una ecosofia, vista esta como el entendimiento del hombre de que éste es parte y totalidad del universo, en el que si éste actúa en favor o en contra de su mundo las consecuencias de sus actos irán más allá de su visión nasal; este es pues otro reto para el educador actual, generar sujetos ecosofistas desde la didáctica. Si como docentes aplicamos los principios Complexológos de Edgar Morín, entonces por didáctica debemos entender que ésta es el conjunto sistemático de principios, normas, recursos y procedimientos específicos que todo profesor debe conocer y saber aplicar para orientar a sus alumnos en el aprendizaje de las materias de los programas, teniendo en cuenta sus objetivos educativos; en este aspecto hay que poner énfasis en la visión globalizadora y transdisciplinar que el neodocente habrá de generar en su estrategias didácticas. En construcción... Disculpe la incomodidades que esta obra le ocasiona!!!! Pronto lo subiremos completo, esta es sólo una probadita, esperamos sus comentarios….