Evaluación.
La evaluación es un proceso de valoración sistemática de los aprendizajes de conocimientos, habilidades y actitudes que muestran los alumnos en relación a los propósitos establecidos en los planes y programas educativos; la valoración es una práctica común que se realiza al final de una tarea, sin embargo, es necesario obtener evidencia de la situación de los adolescentes antes, durante y al final del proceso de enseñanza aprendizaje (SEP, 2000)
Las evidencias nos permitirán realizar juicios de valor, lo cuales se tomaran en cuenta para la toma de decisiones con el objetivo de diseñar o rediseñar estrategias macro o micro de enseñanza-aprendizaje, tendientes a mejorar la enseñanza y al mismo tiempo involucren a los alumnos en la construcción de sus aprendizajes.
La evaluación diagnóstica.
Se hace cuando da inicio el proceso de enseñanza aprendizaje; lo que se pretende evaluar es el nivel de preparación para el logro de los objetivos propuestos; sus características son en función de los pre-requisitos que se desprenden de los objetivos del curso, en los cuales se observan los conocimientos, actitudes y destrezas previos a cualquier actividad, los cuales son necesarios para el inicio de la enseñanza aprendizaje. (SEP, 2000)
Las funciones de la evaluación son; la de detectar carencias, aspectos confusos; y con ello, planear actividades que pongan remedio a problemas, así como detectar logros, como son los rasgos deseados de un perfil de egresos de un grado a otro; así como el detectar áreas de interés en el alumnos.
La evaluación formativa.
La enseñanza y el aprendizaje son en su conjunto un proceso desde el cual se pueden modificar aspectos de los cuales no se tenían en mente a la hora de la realización de una planeación; por tal motivo, no es posible utilizar evaluaciones que sólo nos arrojen resultados fríos y terminados; en consecuencia se vuelve indispensable en todo camino procesual la auto corrección del proceso de enseñanza aprendizaje, así la evaluación formativa permite, dar una reestructuración a el proceso.
La evaluación con funcionalidad formativa se utiliza en la valoración de procesos y supone, por lo tanto, la obtención rigurosa de datos a lo largo de un proceso, de modo que al momento que se posea el conocimiento apropiado de la situación evaluada permita la toma de decisiones de manera inmediata, pudiendo cambiar las situaciones que no funcionan (CASANOVA, 1993).
En el caso de la planeación con una evaluación formativa, se requiere que sea de manera sistemática, es decir, debe ser constante, ya que permitirá al maestro retroalimentar al alumno, poniendo en la evaluación de manifiesto lo que cada uno de los actores deberá realizar para la consecución del aprendizaje; la evaluación puede ser incluso aplicada durante el periodo de clases, con los llamados conocimientos previos, y al finalizar la clase se podrá retomarlos y compararlos con los obtenidos, a través del proceso de enseñanza aprendizaje.
La ayuda mutua entre los alumnos, puede ser una de las cuestiones de aporte de la evaluación, las auto evaluaciones que se proponen, se planten ante la necesidad de que en muchos grupos son números, a demás, de que involucra al adolescente en su propia valoración de alcances de conocimiento, por lo que, si se toma como eje el que los alumnos lo realicen en parejas dentro del grupo será de mucho aporte para el docente y el alumno; por último la evaluación formativa, tal y como lo dice su nombre nos permite formar a los alumnos, ya que nos da los suficientes datos para la corrección del proceso de E/A.
La evaluación sumativa.
Dentro de las creencia de los docentes de algunas escuelas, se tiene la creencia que se da de acuerdo con los cinco periodos, es decir, entienden por sumativa el aspecto de adición de las calificaciones; y a decir de Casanova (1993) la funcionalidad sumativa de la evaluación resulta apropiada para la valoración de productos o procesos que se consideran terminados, con realizaciones o consecuencias concretas y valorables; su finalidad es determinar el valor de ese producto final, por ello, se entiende por sumativa, el logro de procesos de aprendizaje en el alumno.
La evaluación continua, se entiende en muchos de los casos como la valoración de los alumnos, y que debe de darse de manera continua, es aplicable con los famosos exámenes, los cuales han de ser pensados desde la construcción del sujeto, es decir, que no sean de análisis y revisión de la memoria; no obstante, la fórmula del examen como medio práctico único de evaluación, se parece bastante a la aplicación procesual de varias valoraciones sumativas a lo largo de un curso (CASANOVA, 1993).
Por último, diremos que la evaluación sumativa, es la que se realiza al final de un periodo escolar o proyecto como es el caso, y debido a su carácter de evaluación para la presentación de resultados, enfocados a los objetivos didácticos de la propuesta es que se toma en cuenta el proceso de evaluación sumativa.
jueves, 18 de junio de 2009
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